sigue mi pace
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Vulnerable. Son las once de la noche y pienso en las fracturas del ser. Vagabundean el pavor y el desengaño. Dudo de mis pasos. El agua corre por mi espalda; alargo los brazos, extiendo las piernas. Siento los músculos fatigados. Se confunde el llanto con las gotas de la ducha abierta. Me seco. Me desvisto